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r a u m a t o l
o g i a d e p o
r t i v a
GENERALIDADES SOBRE LA PREVENCIÓN DE
LESIONES EN EL BALONCESTO
Dr. Ramon Serra Fernández
Doctor en Medicina y Cirugía. Especialista en Traumatología y
Cirugía Ortopédica.
Médico de la Selección Española de Baloncesto y Médico del
Equipo ACB del Bàsquet Manresa.
rsf@traumatolegs.com
Nuestro objetivo es el estudio y modificación de aquellos
factores que asociados a la práctica el deporte pueden producir
un efecto negativo en nuestra salud.
FACTORES EXTRÍNSECOS.
Son aquellos ajenos al propio deportista.
1. Instalaciones deportivas:
-Tipo de suelo: cemento, sintético, parquet. Responsables
de forma decreciente
de sobrecargas articulares, entesopatias , lesiones musculares
y cutáneas.
-Obstáculos fijos y móviles, perfiles agudos de obra,
anuncios, cámaras T.V.; motivo de contusiones y heridas.
-Estado de los vestuarios, conservación y limpieza del
suelo, para evitar resbalones, cortes e infecciones.
-Condiciones medioambientales, acondicionamiento de la
temperatura y humedad, para evitar golpes de calor,
entumecimiento por frío e hiperreactividad bronquial en asmáticos.
2. Equipación deportiva:
-Indumentaria: ropa holgada, transpirable y ligera, sin
bolsillos.
-Calzado deportivo: su diseño y materiales han de respetar
la anatomía y
flexibilidad del pie (movimientos torsionales), amortiguar el
golpe de talón y
descargar áreas sensibles a la presión (tendón de aquiles).
3. Entrenamiento y preparación física, cuidando el volumen
y la intensidad, adaptándolos a la edad del deportista (infancia,
adolescencia, madurez, involución, discapacidades) para evitar
lesiones de sobreentreno.
Entrenador y preparador deben trabajar de forma coordinada y
siempre en contacto con los servicios médicos.
4. Entorno social y familiar, determinantes en los jugadores
en formación, en
los que se conjugan los problemas propios del crecimiento, los
estudios y el juego.
Cuando la práctica del deporte deja de ser una actividad lúdica
para convertirse en competición, puede conducir al fracaso
escolar y abandono del deporte.
FACTORES INTRÍNSECOS.
Son aquellos derivados del propio deportista.
1. Enfermedades previas a la práctica del deporte:
pueden ser motivo o no de la contraindicación del deporte.
1.1. Endocrinos: diabetes, trastornos hipofisarios,
tiroideos, paratiroideos, gonadales. Normalmente no son motivo
de contraindicación formal para el deporte, aunque requieren
seguimiento médico especializado. Ante una agravación de los
síntomas se recomendará abstenerse de la práctica deportiva.
1.2. Asma bronquial. Normalmente se controla bien
con tratamiento especializado
y no limita la práctica del deporte.
1.3. Cardiopatias, hipertensión y síndrome
de Marfan. Aumentan la posibilidad de sufrir muerte súbita
durante el esfuerzo físico.
Corresponde al cardiólogo determinar la aptitud y calidad de
deporte que puede efectuar.
1.4. Trastornos hematológicos como la talasemia (déficit
de hemoglobina),
defecto de factores de coagulación (hemofilia).
1.5. Otras enfermedades: insuficiencia renal, hepatopatías,
enfermedades neurológicas.
1.5. Alteraciones del sistema locomotor:
1.5.1. Articulares: defectos angulares( varo-valgo)
Defectos torsionales o rotacionales (internas-externas).
Laxitudes capsulo-ligamentosas.
1.5.2. Escoliosis de gran angulo con repercusión capacidad
vital pulmonar.
1.5.3. Espondilolisis y listesis.
2. Lesiones originadas por la sobrecarga deportiva.
Tienen una marcada incidencia durante el crecimiento, aunque
también
son importantes en el deportista adulto.
2.1. Lesiones deportivas durante el crecimiento:
2.1.1. lesión de cartílagos fisarios de presión
presentes en los extremos óseos
(responsables del crecimiento en longitud de los huesos).
Pueden ocasionar
crecimiento anormal de la extremidad por su cierre prematuro
total o parcial,
originado un acortamiento o angulación de la extremidad,
respectivamente.
2.1.2. lesión de los cartílagos fisarios de tracción
(origen de tuberosidades,
apófisis y tubérculos donde se insertan tendones), con dos
tipos de mecanismo lesional:
2.1.2.a. falta de irrigación que conduce incluso a
la fragmentación
(Osgood-Schlatter tibia, Sinding-Larsen-Johanson en rótula,
Sever en calcáneo).
2.1.2.b. arrancamiento por tracción violenta o de
repetición (tuberosidades isquiáticas, espinas iliacas)
2.1.2.c. desprendimiento epifisario (síndrome de Fröhlic
o adiposo-genital),con deslizamiento de la cabeza femoral.
2.2.Otras lesiones:
2.2.1. Fracturas de estrés, más frecuentes a nivel
de las extremidades
inferiores(tibia-peroné, astrágalo, calcáneo, escafoides
tarsiano, cuboides,
cuñas y metatarsianos). Menos frecuentes a nivel de la región
lumbar y pelvica.
Son debidas a microtraumatismos de repetición en hueso sano.
2.2.2. Osteoporosis por sobreentrenamiento que
produce perdida de masa ósea
(disminución de la cantidad de hueso por cm2). Aunque se
observa
preferentemente en atletas, también puede producirse en el básquet
y ser motivo
de fracturas por insuficiencia predominantemente a nivel
vertebral, pelviano y
extremidades inferiores (no confundir con las fracturas de
estrés que se
producen en hueso sano). En las mujeres puede acompañarse de
amenorrea.
2.2.3. Alteraciones del sueño, que se producen
cuando no se respeta el ritmo
nictaremal (vigilia-sueño). Durante el sueño se sintetiza
melatonina que nos
mantiene despiertos durante la vigilia. Al disminuir el nivel
en sangre de
melatonina, desciende el nivel de atención y la respuesta
propioceptiva,
apareciendo la fatiga y las lesiones. Dormir poco o de día,
conduce a la
disminución de su secreción, apareciendo los síntomas
referidos.
2.2.4. Las transgresiones dietéticas, producen bajo
rendimiento y favorecen las
lesiones. Nuestra dieta debe estar formada por los distintos
nutrientes,
vitaminas y oligoelementos (minerales) imprescindibles para
obtener energía,
poder realizar regeneración plástica y conservar el
equilibrio
hidro-electrolítico.
La dieta debe contener de forma decreciente hidratos de
carbono (evitando los
azúcares directos, causantes de hipoglucemia), proteínas
vegetales y animales
(para la regeneración plástica), grasas (evitando los ácidos
grasos saturados),
vitaminas en las dosis diarias recomendadas por la OMS y
oligoelementos;
imprescindibles todos ellos para el metabolismo celular y buen
funcionamiento
de los distintos sistemas que forman nuestro organismo. Deberán
por tanto
evitarse las comidas rápidas (fast-food) ya que no respetan
las proporciones
adecuadas de nutrientes y carecen de algunos de ellos.
La proporción de los distintos nutrientes se adaptará,
según nos hallemos en
periodo de entrenamiento, musculación, competición o
regeneración.
La ingesta de los distintos nutrientes debe hacerse de
forma regular, repartida
en varias tomas a lo largo del día, evitando tomas copiosas o
únicas y realizar
deporte sin respetar los periodos digestivos.
La hidratación es básica antes, durante y después del
deporte. Además de agua
se recomienda intercalar el uso de productos de bebida isotónica,
que favorecen
la reposición electrolítica, evitando en todo caso las
soluciones hipertónicas
que conducirán a la aparición de calambres, dolor abdominal,
diarrea y postración.
2.2.5. Dopaje y ayudas ergogénicas.
El uso de sustancias o métodos que alteren de forma
artificial el rendimiento
del deportista, originando efectos indeseables incluso la
muerte, es
incompatible con la filosofía del deporte y está perseguido
de forma explícita
con la Ley del Deporte que ayuda al deportista a no caer en su
uso de forma
propia o presionado por otras personas de su alrededor.
Existen por el contrario una serie de sustancias que en
situaciones puntuales
pueden ayudar de forma fisiológica al deportista a mantener
su rendimiento y
tolerar mejor el entrenamiento y competición (ayudas ergogénicas),
siempre que
se usen en cantidad y duración correctas:
- La creatina produce un aumento del volumen muscular
preferentemente a
expensas del acumulo de líquido a nivel intersticial,
potenciando el resultado
de un programa de musculación con pesas. Cuando se toma a
bajas dosis (15-20
gr/día) y un periodo máximo de 6-8 semanas no tiene efectos
secundarios
importantes, pero tomada de forma indiscriminada puede
acarrear lesiones
musculotendinosas e incluso insuficiencia renal.
-Antioxidantes como la vitamina C, vitamina E y los beta-carotenos,
se usan
para reducir la cantidad de radicales libres (producidos
durante el ejercicio)
con lo cual colaboramos a la recuperación tisular. Su toma en
grandes dosis
puede ser motivo de formación de cálculos renales por
cristalización de la
vitamina C a nivel renal.
-El uso de complejos vitamínicos y minerales, sólo está
justificado si la dieta
o la absorción intestinal de los nutrientes, resultan
insuficientes para
obtener las necesidades diarias recomendadas por la OMS.
El abuso de vitaminas puede resultar perjudicial por acumulación
de las mismas
en el caso de la Vitamina A y D produciendo fragilidad ósea y
fracturas.
-El uso de hierro férrico (con mejor absorción intestinal
que el ferroso) está
justificado siempre que la analítica muestre ferropenia.
Conforme avanza la
temporada deportiva y más en deportistas de sexo femenino se
produce un
vaciado progresivo de los depositos de hierro, apareciendo
falta de rendimiento
físico e intelectual. Puede producir gastritis y diarreas.
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